Un municipio aumentó la recaudación tributaria en 6 meses gracias a la actualización cartográfica de la ciudad y el análisis de patrones

El Municipio tenía una baja recaudación tributaria. 

Tenían acceso a datos precisos de los deudores, pero estaban en carpetas y les resultaba imposible generar una política de cobranza.

Cuando me llamaron, me mostraron dónde se encontraba la información, y le saqué una foto:

Había decenas de carpetas con información importante, pero sin poder acceder a ellos de forma eficiente y analítica.

El primer paso fue digitalizar el parcelario catastral y vincular los datos de cada propiedad con sus registros impositivos. 

Luego, con el uso de un Sistema de Información Geográfica (SIG), transformamos esta información en mapas interactivos que revelaban patrones ocultos.

Cada parcela fue categorizada según su estado de pago, permitiendo visualizar de forma inmediata qué zonas tenían mayor cantidad de morosos.

El mapa nos permitió identificar:

  • Zonas de deuda: Reconocer los barrios con mayor nivel de mora y diseñar estrategias de regularización.
  • Análisis por sectores: Clasificamos las deudas por partida, manzana, barrio y localidad, facilitando la toma de decisiones estratégicas para la gestión de cobros.
  • Detección de inconsistencias: El cruce de información reveló propiedades no registradas y construcciones sin declarar, lo que permitió actualizar la base tributaria y mejorar la equidad fiscal.

En solo 6 meses, el municipio obtuvo los primeros resultados: una base de datos unificada y visual, que mejoró la gestión y facilitó el seguimiento de contribuyentes. 

Con una visión clara del territorio, la recaudación comenzó a aumentar sin necesidad de crear nuevos impuestos, solo optimizando la información ya disponible.